viernes, 13 de febrero de 2009

Sobre viaje a Cuba III. (Final)

“Demasiado poco demasiado tarde”

Ha culminado la visita de la presidenta Bachelet a Cuba. La evaluación continuará por varios días, cada actor sacará sus propias cuentas y conclusiones.

Los hechos son duros para la política exterior de Chile y para la imagen de la Presidenta. Sin embargo, todo esto tiene “arreglo”. Este tema quedará sepultado dentro de poco por la dinámica electoral. Y la imagen pasará a segundo lugar.

Para aquellos que creemos necesario solidarizar con el pueblo de Cuba solidarizando con los demócratas perseguidos en la isla, nos queda un sabor amargo. Las peticiones a favor de un reconocimiento hacia los disidentes no solo eran legitimas, sino que imprescindibles para evitar o reducir la posibilidad de mas abusos.

Hay una responsabilidad ética de acción u omisión respecto de la seguridad de estos hombres y mujeres. Ellos día a día, dan testimonios de coraje, consecuencia patriótica y democrática. Y el régimen busca sistemáticamente su aislamiento internacional, este los hace más vulnerables.

Las declaraciones de Oswaldo Payá demuestran la decepción y el enojo con el gobierno de Chile a este respecto. Lo triste, estos son compartidos plenamente por muchos que somos parte de la coalición que llevó a esta presidenta a la Moneda.

Los calificativos sobre la visita están de más, Ya hay suficientes voluntarios que concurren a esta desgraciada oportunidad para solazarse del evento. La derecha ha aparecido con brios en un entendimiento virtuoso con los comunistas para monopolizar un debate que en realidad es entre democracia y dictadura.

Bien para la directiva del PDC, que prevío con meridiana claridad este resultado y cuestionó el fondo y la forma de la visita.

Pero permítanme una reflexión más a fondo sobre el asunto. Esta comedia de equívocos y errores no se explican en la dicotomía ideológica socialismo v/s democracia, ni capitalismo v/s socialismo. Estos instrumentos de análisis se hacen inútiles para apreciar la política exterior de Cuba y las conductas de sus pares chilenos, incluidas muchas miradas que ven con los anteojos de la guerra fría, los conflictos de una dictadura aislada, sin vocación de ningún tipo y agónica por el escepticismo de todos los que ayer la apoyaron honestamente.

Así como la conducta de la Unión Soviética durante la guerra fría se explica mejor por las necesidades geopolíticas del imperio ruso y la tensión por la hegemonía con EEUU.

La política de Cuba no se explica ni por los ideales del socialismo, ni por los afanes de revolución ni mundial, ni local. Sino por el sentido de autoprotección de su clase dirigente, que siente la decadencia de la experiencia cubana como una amenaza a sus privilegios y a su propia seguridad. Eso explica, que Raúl reemplace a Fidel. La dictadura no es del proletariado ni socialista, es familiar. Esto no tiene otro referente, más que Corea del Norte con Kim Il Sung, dentro de los socialismos reales. De hecho, este mecanismo de sucesión se parece mas a otras dictaduras centroamericanas. Les recuerdo que el tipo de sucesión es un elemento crucial, para caracterizar un tipo de gobierno, en ciencia política.

Aquí los manipulados por la conducta del gobierno cubano y de Fidel, en esta visita, no son solo los diplomáticos chilenos y sus autoridades. A este grupo se suman ciegamente incluso los comunistas criollos. Para ellos es muy difícil, abrirse a las consecuencias de este análisis.

El comunismo murió hace ya algunos años. El comunismo estaba derrotado moralmente desde el año 1957 con la entrada de los tanques soviéticos a Budapest. La derrota política, militar y económica vendrá en las décadas siguientes. Culminando en 1989 con la caída del muro. Un visitante ruso, hace ya mas de una década afirmó que el último comunista de Rusia había muerto de un picotazo en México, refiriéndose a Trotsky.

El problema para las izquierdas que aún justifican a la experiencia cubana radica en creer que en Cuba creen en el comunismo y en su vocación internacionalista. Esta vocación estaba muerta desde la muerte de Lenin. Stalin cambio la estrategia del socialismo y terminó con la revolución.

Desde ese periodo, la noción leninista prerrevolucionaria del imperialismo, fue variando de acuerdo al conflicto de la guerra fría y al los intereses del imperio ruso, caricaturizando al imperialismo como exclusivamente norteamericano. Es decir se le asignó una capital al imperio de acuerdo a las necesidades de Moscú. Pero el imperialismo en su versión post caída del muro demuestra tener características globales y por tanto a-territoriales. Chechenia, Tibet, Centroamérica y el abandono de Africa marcan los sectores de influencia que se derivan de los “Yaltas post-modernos”.

Así se explica el nulo apoyo soviético a la experiencia de la UP, respetando los limites acordados. Solo se presiona a los comunistas criollos, durante el proceso afgano.
Prueba historica de esta autolimitación sovietica la constituye la constante molestia por la imprudencia cubana. Ver el caso de los misiles en la crisis de tiempos de Kennedy-Kruschev. Bien conocen los propios comunistas los problemas en que el dictador cubano metía al bloque soviético cada vez que se salía del entendimiento de Yalta. Lo propio ocurre con el caso de Aldo Moro en Italia, donde confluyen los organismos de inteligencia de la URSS con los de EEUU: Los DC de Moro y los comunistas italianos se autonomiza Ban del acuerdo de los grandes de Yalta.

La ingenuidad de mucha gente honesta de izquierda, que defiende, aún la “revolución” contradiciendo sus propias experiencias dictatoriales, radica en creerles a los antiguos “revolucionarios” que aún existen brios de revolución socialista.Es una especie de síndrome de Mayta, en referencia al personaje de la novela de Vargas Llosa que estando preso defiende a sus compañeros de revolución, cuando estos asaltan bancos para su propio provecho y ya no creen ni realizan ningún esfuerzo revolucionario.

La verdad es que como cualquier dictadura, los gobernantes defienden sus privilegios y su seguridad. Ni siquiera hay afanes de hegemonía regional. No hay explicación de carácter “ideológica” que justifique la “alianza” con los populismos de izquierda como el del coronel Chávez en Venezuela. De acuerdo, a esa lógica habrían apoyado a Perón e incluso a Ibáñez en los años cincuenta, de claros aires facistoides. O en su defecto a la dictadura militar de izquierda en el Perú.

La conducta de Fidel, de “morder la mano” de la presidenta de Chile con el tema de la mediterraneidad de Bolivia, es solo una emboscada que inmoviliza a la señora Bachelet, en términos diplomáticos. No solo Fidel, sabe que este problema, el del mar para Bolivia hasta tuvo el apoyo de Pinochet, pero pasa por los reequilibrios estratégicos de todo el cono sur. Pero ese es otro tema, valga decir que las resistencias chilenas sobre el tema son menores de las que se usan de manera chauvinista. Los obstáculos de real peso corresponden a las consecuencias en los equilibrios geopolíticos del subcontinente. Esto Fidel lo sabe, no hay nada serio en su pachotada.

Pero la paradoja está, en que esta conducta de Fidel disminuye la capacidad de maniobra del propio partido comunista para superar la exclusión del sistema político. Por cierto, los obliga a poner en tensión su relación de acercamiento con la Concertación y les crea un conflicto adicional con la DC que no es buscado voluntariamente, de acuerdo a su conducta anterior. Esto formará parte del análisis que los comunistas criollos harán como evaluación de este infausto periplo por la isla.
Salvo por cierto que la ingenuidad del “maquiavelismo” político sea mayor y solo haya sido un distractivo táctico para suavizar las tensiones de la visita a Cuba.
Pagando el costo de hacer declaraciones increíbles como las hechas por Tellier, sobre la libertad de expresión en Cuba.

La dependencia del PC chileno respecto del gobierno cubano, es más bien emocional e ideologizada que de otro tipo. Pero la política exterior de Cuba no la hacen los comunistas chilenos, se hace en La Habana. Supongo que de este evento sacarán la lección de que les importa muy poco a esos líderes de la isla lo que hagan o dejen de hacer los PC chilenos, mientras les sigan siendo útiles para justificar y defender, a los actuales gobernantes de la isla. Pues ellos saben que este PC aislado, excluido, no solo no hará revolución alguna, sino que no tiene ningún otro tipo de utilidad para ellos.

En síntesis, el octogenario dictador ha vuelto a girar de la cuenta del agónico complejo revolucionario de la izquierda, que representa Cuba. Pero ya llega la hora de que el proceso de análisis sobre esta dura realidad permita la autocrítica de estos sectores.

El saldo para la verdadera revolución democrática pendiente en Cuba es que como siempre la historia la hacen los pueblos. Y serán los propios cubanos los que derrotaran al totalitarismo con la fuerza de la democracia.

Para nosotros una lección más de que para lograr un avance democrático en Cuba se requiere ser consecuentes en materia de DDHH y apoyar a los demócratas pacifistas que luchan por ella en Cuba. Son ellos la esperanza de Cuba ante el inminente colapso, de la dictadura cubana. Y serán la verdadera alternativa en el futuro para enfrentar a las fuerzas depredadoras del mercado salvaje que entrarán a la vida de la isla, con un resentimiento acumulado por mas de cincuenta años. En ellos los perseguidos de hoy estarán las esperanzas de un futuro democrático para el pueblo de Cuba.

Como siempre lo ha sido en los innumerables conflictos de nuestra America, las posiciones antidemocráticas que ignoran a las mayorías, terminan haciéndole el juego a las minorías poderosas que han explotado nuestros pueblos. Ambos grupos han debilitado el avance de la democracia y la vigencia de los DDHH haciendo uso de estos términos y poniéndolos al servicio de las dictaduras de distinto signo, que en el fondo son lo mismo y se comportan muy parecidos. Confundiendo de paso, a importantes sectores populares que anhelan mas justicia, libertad e igualdad y que deben buscar el camino de las mayorías democráticas por los cambios y no el inconducente ,de la seducción minoritaria de las dictaduras como camino para lograrlo.

Así fue incluso en la lucha contra la dictadura de Pinochet, donde los comunistas perdieron la oportunidad de llegar a tiempo y de participar con mayor legitimidad en el proceso, en vez de autoexcluirse optando por una vía inviable, la insurreccional, y haciéndolo de manera militar, de forma ineficaz para terminar siendo derrotados. Jugaron a la guerra con Pinochet y perdieron. Solo sirvieron para que el régimen "justificase" varios crímenes mas en los estertores de su periodo y para repetir la lógica martiriológica, resabio de la cultura de la muerte que se generó en la dialéctica guerrillas v/s dictaduras, en tantas partes de America Latina.

Espero que la autocrítica de parte de quienes han participado activamente en este bochorno, que en nada ha contribuido ni al gobierno de Chile, ni a la unidad latinoamericana, ni al proceso cubano se haga en profundidad y no se quede en el ámbito de tecnicismos diplomáticos que fueron incapaces de dar cuenta del desafío.

Por ultimo, lo central la lucha por la libertad de los presos políticos y de conciencia, el término del exilio, el acceso a los medios de comunicación de los disidentes, la organización libre de partidos políticos, y en general de las libertades publicas.

Al menos que Neruda no sea censurado por sus supuestos compañeros.

jueves, 12 de febrero de 2009

Replica Antonio Gil

Sobre articulo de Antonio Gil. En el diario Las Ultimas Noticias.

Al ver la reacción de algunos coterraneos sobre el articulo de Antonio Gil, primero mi actitud fue de incredulidad. Sin haber leido el articulo pense que era otra hiperventilada tan caracteristica de nosotros los chilenos. Asi pues, hice algo que me es muy extraño busqué la edición del diario “Las últimas Noticias” y lei el dichoso “articulo”.
Les confieso, que antes de leer el articulo el esfuerzo fue grande al recorrer el matutino con desprecio creciente. Por la frivolidad, la vacuidad
de sus articulos y la ausencia absoluta de noticias, dada la excepción de las noticias deportivas. Es el diario oficial de la farandula, producto de consumo masivo, muy legitimo pero que me provoca un tedio insoportable cuando me acosa por televisión, y lejano en los medios escritos pues no soy consumidor.

La sorpresa fue grande al leer el relato de la experiencia de este visitante. La verdad no por la descripción que hace con buen lenguaje, ni por los acontecimientos relatados. Es cierto, los juegos publicos donde los niños disfrutan del periodo estival en nuestro puerto son de baja calidad. La zona de construcción del casino padece de innumerables problemas, y la zona de la caleta padece un abandono notable. Nada de la pobreza de nuestro puerto me impresiona, mas bien nos duele a los que queremos San Antonio.

Lo que provocó mi molestia es el desprecio hacia la pobreza que encierra este articulo.
El señor Gil, no menciona ningun atisbo de explicación acerca de las deficiencias que encontró, sino que las matiza con comentarios racistas sobre las personas que vio. La verdad es que no me explico, claramente las razones de su visita, podria haber visitado Cartagena, o cualquier población de Santiago para ver cosas tan comunes para la vida de los chilenos como las que el denomina de horripilantes.

Tal ves este señor este haciendo el esfuerzo de conocer el Chile real.

Si su comentario esta motivado por el afan de analisis turistico seria correcto en ese contexto, pero quedaría degradado por sus epítetos despreciativos.

La moraleja es difil por un lado los San Antoninos debemos hacer mas esfuerzos por mejorar nuestro trato a los turistas, de eso no hay duda y la conciencia respecto de esto es creciente. Por otro lado, me siento impotente para sancionar a un medio de comunicación, pues hasta el señor Gil tiene derecho a opinar en este pais, y no consumir el opusculo de la farandula es algo que hago de antes.

Solo me queda invitar a no contaminarse con boberias como la escrita e ignorar al vociferante columnista. Cualquier cosa que hagamos que le suba el rating al medio que lo cobija es absurda. No Alcalde, no haga demandas, no hay espacio ni legal ni racional.

Que el enojo sirva para corregir lo corregible.

Y al señor Gil, lo invito a continuar su aprendizaje sobre el Chile profundo, el de las provincias, el de los pobres. Tal ves llegue algun dia a la conclusión dolorosa y real de que algunos de los que visitan Santo Domingo ganan en un mes todo lo que gana en una vida de trabajo esas personas “amaradonadas”que usted descibe. Y en las cuales descansan como siempre las esperanzas de Chile y su futuro.

domingo, 8 de febrero de 2009

Sobre viaje a Cuba II

El viaje de la Presidenta Bachelet a Cuba a generado un debate y una tensión entre el gobierno y la democracia cristiana. Por cierto, como todo el mundo concuerda la presidenta es soberana en determinar las características de su viaje, el punto de disenso no ha sido sobre sus facultades.

El PDC esperaba y deseaba que esta pudiera reunirse también con la disidencia cubana.
Esto no tiene nada de particular, es común en las visitas de estado que los viajeros se reúnan con la oposición democrática. Ocurre generalmente en las visitas de nuestros presidentes. En las democracias la oposición es parte del sistema. En el caso de Cuba, no existe oposición, existe disidencia. Es decir no están de acuerdo con el sistema de gobierno, no solo con las autoridades que gobiernan la isla desde hace medio siglo.

Para la DC esto adquiere especial, significación, puesto que los DC cubanos son parte de esa disidencia. Y por esto son perseguidos y encarcelados, vigilados, a través de un sistema de “defensa de la revolución” organizado cuadra por cuadra, es decir un sofisticado sistema de soplonaje, que pocas dictaduras han logrado organizar con la eficiencia cubana.

Varios de los presos de conciencia que el gobierno cubano tiene en sus cárceles también son DC o miembros del Movimiento Cristiano Liberación, que encabeza el disidente Oswaldo Payá. Algunos llevan mas de veinte años por el solo delito de pensar distinto.

Los partidos políticos están prohibidos en Cuba, con excepción del Partido Comunista.

La censura a los libros, es tan extensa que alcanza autores tan diversos, como Jorge Edwards y el mismísimo Pablo Neruda. (Recordemos que Edwards fue el embajador de Salvador Allende ante la isla).

Pablo Milanes hace poco se quejaba de la falta de apertura que ha tenido el gobierno de Raúl Castro, del cual se esperaba aprovechar esta oportunidad para los cambios. También denunciaba la actitud de censura homofobia del PC cubano y del gobierno. Pablo Milanes un confirmado revolucionario lamentaba el que las nuevas autoridades desaprovecharan esta nueva oportunidad para los cambios, así como Fidel desaprovechó la caída del muro de Berlín

Sorprendente, es la justificación que se da para esta dictadura. Esto es por el bloqueo económico de EEUU: Cuba sería una isla rodeada por el imperialismo que permanentemente la ha querido invadir. La consigna es que Cuba es el primer territorio libre de America.

Demás esta argumentar sobre estos remedos ideológicos. La guerra fría terminó hace ya algunos años. El comunismo ya no tiene intenciones de dominar el mundo. En el caso chileno, la gran mayoría de la gente de izquierda, que de un origen marxista, cuestionaba la noción de DDHH hoy ha sufrido una conversión muy importante para el proceso democrático chileno, a costa de gran sacrificio, este sector ya no cree estas chapucerías justificatorias de lo que para todo el mundo es una dictadura y bastante antigua, por cierto.

Pero volvamos al punto de discusión. La DC ante la negativa de una reunión entre la presidenta y los disidentes, optó por no acompañar a la mandataria a la isla. Podrá gustarnos o no la decisión, pero la DC es soberana de enviar representantes adonde les parezca. Sin embargo, el gobierno ha buscado la manera de sumar militantes de la DC a la comitiva oficial, con el consiguiente disgusto de la directiva del PDC y de la militancia DC en general. Esto dado, por la sensibilidad antidictatorial de la DC chilena y de un sentimiento de solidaridad con sus camaradas perseguidos. Bien por la directiva del PDC, es de esperar que los dirigentes sean capaces de articularse de manera unitaria en materias que son principios.

Altos dirigentes de la DC, han llegado a sostener que esta acción del gobierno, es una “jugarreta muy peligrosa” y que tensaría las relaciones de la DC y el gobierno. Es difícil, no cuestionar esta dificultad para comprender la posición DC. Para los DC se trata de un tema de principios y de solidaridad entre camaradas. Cuando se traspasa este limite, se vulnera no a una directiva sino que a las convicciones de todo un movimiento político. Sin duda, es un error no valorar este disenso por parte de quien pretende ser la jefa de la coalición que la apoyó para llegar a primera investidura.

Por cierto, poco interesa, en este caso, el oportunismo de la derecha local. Un diputado de la derecha expresó su deseo de que la isla entre pronto a los “mercados libres”, como gran fundamento de su posición frente a este tema. Risible pero penoso el ideal de los diputados de la UDI criolla: que Cuba entre al mercado. Demostrando al menos el rubor de no cuestionar a la isla por ser dictadura, sino que por ser una economía centralizada, y con mucho cuidado de no mencionar el tema tabú: los derechos humanos.

Por otra parte, un diputado socialista con aspiraciones presidenciales ha rechazado las críticas a este viaje sosteniendo que es un cinismo criticar a la dictadura cubana y haber guardado silencio respecto del viaje de Bachelet a China. Es decir, se criticaría a la dictadura pobre pero no a la rica y poderosa. Este error de razonamiento lógico, que implica que el haber cometido el error en el caso de China justifica cometerlo en el caso cubano se cae por si mismo. Supongo que lo que el diputado quería expresar es que las relaciones internacionales tienen un componente económico que muchas veces hace vista gorda del tema de DDHH, y supongo que el no esta de acuerdo con eso.

Por otra parte, si lo que el diputado no resiste es que se califique a Cuba como dictadura en ese caso es otro síntoma del doble estándar en materia de los derechos fundamentales, lo cual invalida su rebosante pretensión de encarnar algún tipo de renovación. Al menos una de tipo democrática.

También ha sido sorprendente la reacción de algunas personas ante aquellos que hemos manifestado nuestra posición crítica, no ante la visita a Cuba, sino que ante la negativa a reunirse con los disidentes. A parte de algún insulto electrónico, se nos ha acusado de atacar a Cuba. Esto merece una reflexión.

Esto tiene reminiscencias pinochetistas, cuando el estar en contra de la dictadura, es decir ser disidentes del régimen de Pinochet era calificado por la prensa oficial como un ataque a Chile, y los que protestábamos éramos, antipatriotas, comunistas o peor aún humanoides.

La verdad es que el postular estas convicciones sobre el régimen cubano, se basa fundamentalmente en una profunda confianza en las virtudes de la democracia, respecto de las dictaduras. Se basa en una profunda fe patriótica en la hermandad latinoamericana. Y en la fé de que algún día los esfuerzos democráticos de los que luchan por los derechos humanos, por la democracia y por los pobres de America serán el fundamento de una Latinoamérica unida y con voz propia en el escenario mundial.

Se basan el la convicción de que los derechos fundamentales son anteriores al estado, y que se justifica la lucha pacifica y democrática por sobre los estados y las fronteras. Cree firmemente en que las reglas de la política internacional deben ser modificadas convirtiendo a la democracia y a los derechos humanos en su fundamento mínimo. Y como objetivo la satisfacción de las necesidades básicas de nuestros pueblos en libertad y con dignidad, por cierto sin exclusiones.

En el siglo XXI, la política debe buscar reemplazar a las minorías que han obstaculizado la liberación de las personas y los pueblos, durante ya casi cinco siglos desde la conquista española, de nuestra America morena, mediante el engaño de sacrificar a las grandes mayorías, por el mercado, por el partido o por el miedo. La disyuntiva entre capitalismo norteamericano o comunismo cubano es una curiosidad de los libros de historia, como discursos y como promesa.

Cuba ya no es una revolución de los oprimidos contra el imperialismo. Es solo una dictadura muy vieja, sin imaginación y carente de promesa para el futuro. La esperanza esta, como siempre, en los luchadores por los derechos de las personas, del medio ambiente, de la tolerancia y de la libertad que se basa en amor.

Por último, todos los chilenos tenemos derecho a opinar sobre lo que hace o no hace nuestro gobierno en política exterior y así como muchos criticamos la visita a China, por lo inoportuna, por el silencio sobre la situación del pueblo nepalés y participamos prendiendo velas en todos los rincones del mundo en solidaridad de los perseguidos de la dictadura China. También tenemos derecho plantear nuestra molestia por la ausencia de solidaridad con aquellos que se hermanan con nosotros, con su testimonio antidictatorial, pacifico y democrático, hoy día en Cuba.

Tenemos la autoridad moral de los demócratas que luchamos contra una dictadura. Nos contagia el valor de nuestros amigos que viniendo de las filas del partido comunista chileno han tenido el valor de plantear sus convicciones democráticas y antidictatoriales, también en el caso cubano, como es el caso Luis Rendón y otros.

Finalmente, si los chilenos queremos colaborar con el pueblo cubano, esa colaboración parte por que el pueblo cubano tenga derechos. El gobierno de Chile puede jugar un rol fundamental para ayudar a los cambios en Cuba. Para eso es bueno aumentar las relaciones de Chile con Cuba y su pueblo. Pero con una disposición democrática y colaborativa, no complaciente con la dictadura cubana.

viernes, 6 de febrero de 2009

Sobre el sentido de los cambios.

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Tal vez porque la sociología estudia el cambio social es que esta bella disciplina me sedujo desde temprano. Por cierto, el cambio es encantador cuando la realidad es tan chocante y dolorosa para la mayoría de la humanidad.

El fracaso del capitalismo en términos humanos y éticos no se justifica por su capacidad para producir bienes. El abandono de continentes completos a la ley de la selva y la pretensión de que la aplicación de la ley del mas fuerte puede construir un mundo mejor, son los mayores argumentos para buscar el cambio. Esto no siempre fue así.

Hubo sociedades en la antigüedad que vivían del no cambio, tales como la cultura egipcia, temiéndole a los extranjeros, como fuente de desorden. El no cambio se fundamentaba en una visión del tiempo como cíclico y no lineal.

El no cambio, mantenía el orden. Es la revolución francesa el gran hito que cuestiona los órdenes establecidos y comienza a creer en el cambio.
Queda claro como lección histórica, que ni el cambio ni el no cambio llevan a situaciones de mayor justicia o felicidad.

Pero nuestra sociedad ha acumulado tanto poder, económico, tecnológico, ideológico (de las ideas) como ninguna otra etapa de la historia humana. El cambio se produce en nuestros días sin necesidad que medie la voluntad humana organizada. El cambio es un estado permanente. El cambio llegó para quedarse. Y por cierto en muchos casos nos lleva en direcciones no deseadas. El cambio climático, la crisis urbana, el hambre, la pobreza, la globalización de la droga y el trafico de humanos etc., son efectos no buscados de los sistemas de organización de nuestras sociedades.

La lucha de nuestro tiempo, en estricto rigor no es por el cambio o la ausencia de este.

La lucha de nuestros tiempos es respecto de la dirección de dichos cambios.

Lo que esta en pugna en nuestras sociedades es la conducción del cambio.

Los actores poderosos, por la acumulación incesante de recursos tienden a reproducir la concentración de poder y aumentarla, justificarla y sacralizarla.

La consecuencia es la marginación y dominación de la mayoría por parte de unos pocos.

En la práctica, la dialéctica de: dominación liberación, sigue presente y es el factor central de esta pugna por el control del cambio.

Este fenómeno, ha alcanzado niveles planetarios y esta pugna es globalizada. Los cambios tienen efectos globales sin importar la localización geográfica de su fuente.

La idealización del orden social que se ha consolidado pasa por la idea de que este proceso obedece a causas naturales e inevitables. Que no es producto de la voluntad humana. Así es inútil oponérsele, y solo queda disfrutarla si se es beneficiario (la minoría) o padecerla si se es victima.

También juega un rol central en esta idealización, la percepción de que las cosas funcionan así y que dentro de esta lógica de funcionamiento existe la solución para las grandes mayorías. Esta fé, ha estado repitiendo su credo hace ya casi dos siglos de manera incesante. La utopia del mercado nos traerá la abundancia y la felicidad, solo hay que dejarlo funcionar sin restricciones. Es decir, apliquemos la ley de la selva a la sociedad humana.

La dirección del cambio, requiere inevitablemente asumir que se esta tratando con criaturas humanas. Estas constituyen un misterio. No sabemos lo que pueden llegar a ser, y solo suponemos la grandeza que pueda alcanzar. El solo pensar que puede ser la persona humana de ser capaces de liberarla de todas las ataduras que frenan su expansión. La miseria, la ignorancia, el hambre, el miedo etc. Y de liberar a todas las personas y a toda la persona humana.

La lucha por la dirección del cambio es la lucha por la liberación de la persona humana.

Así, la próxima vez que discutamos sobre la necesidad de cambios, preguntémonos por el sentido de los cambios.

Una canción puede hacer la diferencia